02 junio 2020

Poder y oposición




Suárez quería un PSOE moderado capaz de disputarle el poder de manera verosímil, y tanto lo fue que ganó las siguientes elecciones. Ese sentido de responsabilidad sobre la clase de oposición que tener enfrente fue abandonado por los sucesivos presidentes del Gobierno. A Felipe González le venía muy bien apostar por el imposible de Fraga al que cabía, dijeron, el Estado en la cabeza. Como señalaron algunos, le cabía el Estado pero nada más. José María Aznar quería convertir a José Luis Rodríguez Zapatero (ZP) de Bambi en líder extremado y pancartista. ZP estaba encantado con un PP echado al monte dedicado al «victimato» y con los obispos azuzando. Y Mariano Rajoy negó al PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba el pan y la sal con resultado de favorecer al Podemos de Pablo Manuel Iglesias.

Miguel Ángel Aguilar.
En silla de pista.
Planeta. Barcelona, 2018