12 agosto 2020

Los intérpretes de vidas


¿Puede saberse cómo es la gente y cómo evolucionará en el futuro? ¿Hasta qué punto podemos fiarnos de nuestros amigos y conocidos y socios, de nuestros amores, de nuestros padres y de nuestros hijos? ¿Cuáles son sus tentaciones y debilidades, o su grado de lealtad y su fortaleza? ¿Cómo saber si fingen o si son sinceros, si interesados o desinteresados en la manifestación de su afecto, si su entusiasmo es verdadero o sólo adulación, calculada lisonja para ganarse nuestro aprecio y nuestra confianza, o para hacérsenos imprescindibles y así persuadirnos de cualquier empresa e influir en nuestras decisiones? Y aún es más: ¿podemos prever qué amigos van a darnos la espalda un día y convertirse en nuestros enemigos? Quiero decir: ¿Imaginar esa posibilidad cuando son todavía los mejores amigos y por ellos pondríamos la mano en el fuego y nos dejaríamos cortar el cuello? ¿Podemos fiarnos de nosotros mismos, de que no seremos nosotros quienes cambiaremos y nos torceremos y traicionaremos, quienes envidiaremos un día a quien hoy más queremos y no podremos soportar su contacto ni su presencia, y decidiremos regirnos sólo por el resentimiento?

Javier Marías.
Los intérpretes de vidas.
Epílogo de Tu rostro mañana.
Debolsillo. Barcelona, 2013