Un solo se interpreta en el vacío:
su ejecución te impedirá el reposo.
Aristas acusadas
en una dimensión extemporal,
abismo de absoluto,
ascensión de fracaso.
Solo inclasificable
Ese es el poema inicial de Solo inclasificable, el libro de Efi Cubero que publica Siltolá Poesía.
Un solo con variaciones que componen en su unidad tonal la partitura emocionada de la desolación, matizada en los cinco movimientos que, entre la evocación y la mirada, entre la meditación y la elegía, confluyen en el Adagio triste, solitario y final que cierra el conjunto.
Desde los Acordes iniciales hasta ese Adagio intenso que cierra el libro, recorren este Solo inclasificable la emoción contenida del dolor hecho palabra de afirmación y resistencia frente a la incertidumbre, la conciencia de la pérdida y de la ausencia irreversible, el latido de una herida transformada en memoria y decantada en el verso, en vibración transparente del acorde frente al vacío y el silencio asumidos del Presente que da título a uno de los últimos poemas del libro:
No queda otro remedio
que replegarme al fondo de mí misma
de una justa manera
cuando el presente ya es solo pasado
y el futuro ilusorio apunta a lo finito.
Atenta a jerarquías más precisas,
me inclino hacia otro tiempo
para hallar esta voz que parpadea:
fulgor que sobrevive
cuando he pasado como las estrellas.