Tiempo y deseo de Hilario Barrero
En el prólogo de Educación nocturna, la anterior antología poética de Hilario Barrero, señalaba José Luis García Martín que el tiempo y el deseo eran los dos protagonistas de la poesía del autor que ahora reúne bajo esos dos conceptos su propuesta de obra completa en un amplio volumen espléndidamente editado por Libros del Aire.
Tiempo y deseo. Poesía 1971-2021 recoge en un volumen el corpus poético de Hilario Barrero a lo largo de cincuenta años de escritura y de tres libros -In tempore belli, Libro de familia y Educación nocturna- que por su largo proceso de composición (1971-1999; 2001-2011 y 1971-2020) constituyen en realidad tres ciclos evolutivos y temáticos en los que se resume la poesía de Hilario Barrero, recorrida desde su inicio por las luces del pasado y las sombras del futuro y por una intensa percepción de la fugacidad:
De niño
la luz se colgaba
en mi ventana día y noche.
Ayer la sombra
estaba medio llena de luz
y hoy la luz
está medio llena de sombras.
Ya queda poco
para que se confundan
y amanezca la noche para siempre
cerrando la ventana.
A esos tres libros centrales se añaden ahora Blending, los inéditos de Oporto del 71 y los muy recientes de Primer invierno en Brooklyn, escritos entre 2019 y 2021.
“En Tiempo y deseo -advierte José Luis García Martín en su prólogo 'Con el tiempo, contra el tiempo'- no están, por supuesto, todos los poemas escritos en medio siglo; solo los suficientes para dejar constancia de una trayectoria poética y vital. Pero eso no impide que se trate de una completa autobiografía poética.”
Un difícil equilibrio de intensidad emocional y contención expresiva, una homogeneidad de tono unifican esta poesía elegíaca y meditativa, atravesada desde muy pronto por la conciencia del tiempo y por la proyección de la nostalgia sobre el sentimiento amoroso, por la evocación del pasado y la celebración del presente, por la construcción de la identidad sobre la afirmación de la memoria frente a las pérdidas, por una geografía del deseo que tiene sus referentes espaciales de luces y heridas en Toledo, Barcelona, Oporto, Lisboa o Nueva York, como en este poema de Libro de familia:
SEVENTH AVENUE CORNER BERKELEY STREET
La verde sombra que en la boca tiembla.
Ricardo Molina
En la gloriosa mañana de domingo
(la avenida con rojos tulipanes
y en las fachadas una luz de Hopper),
un muchacho, apoyado en la esquina
de la casa con un cerezo en flor,
está esperando a alguien
con un ramo de flores amarillas.
Un nuevo amor que nace tan temprano
y en domingo debería gozar
de una luz avanzada y larga vida
y no morir al mismo tiempo que las flores.
(la avenida con rojos tulipanes
y en las fachadas una luz de Hopper),
un muchacho, apoyado en la esquina
de la casa con un cerezo en flor,
está esperando a alguien
con un ramo de flores amarillas.
Un nuevo amor que nace tan temprano
y en domingo debería gozar
de una luz avanzada y larga vida
y no morir al mismo tiempo que las flores.
El claroscuro del tiempo, la persistencia ardiente del rescoldo y el temblor de la luz en la memoria, “en esta travesía hacia el silencio”, la noche y el naufragio, el amor y el deterioro, la nieve y las hogueras son proyecciones simbólicas de la mirada existencial con la que el poeta se reconoce en medio del mundo y de un paisaje con el que se identifica: “y yo me secaré con el invierno”.
Realidad y deseo, memoria y emoción recorren estos poemas para reunir un inventario de la experiencia sobre el fondo de ciudades por las que “va tu cuerpo delante de tu sombra”, entre presagios funestos, evocaciones atravesadas por el sentimiento de la pérdida y la conciencia de la fugacidad y del frío, por esa “vida que todo lo erosiona.”
Cierra la edición un epílogo en el que Carlos Alcorta destaca que, aunque hay medio siglo de distancia entre los poemas más antiguos y los más recientes, “el lector, si no presta demasiada atención a las fechas y se deja llevar tan solo por el tono y por el ritmo, percibirá una emoción y una intensidad similares en cada uno de los poemas, pertenezcan estos a sus primeros libros o a los últimos.”
Así en este poema de Educación nocturna:
SALVACIÓN
Pronto ya no estaremos juntos,
no oleremos las flores
ni los cuerpos de abril,
otra cometa entregará su infancia
al azul infinito,
vendrá otra tarde que no tendrá tus labios
y un nuevo cuerpo calentará otro lecho.
Contigo morirá lo que en mí vive
y en ti se salvará por lo que vivo.
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