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03 julio 2021

Un poema de Julieta Marchant




 Mira a un animal 
que no sabe de su finitud. 
El pelaje adherido a las vértebras 
las patas tiemblan 
el aliento oscurece.
Alguien mira a un animal a los ojos 
y sabe de su tiempo.
Se estira y apoya la cabeza 
en la mano de quien teme. 
Se acomoda 
se hace curvo 
intenta limpiarse. 
Se cansa y jadea
se duerme.

Ese intenso poema de Julieta Marchant (Santiago de Chile, 1985) forma parte de su libro de prosa y verso En el lugar de la mano el ímpetu de un río, con el que José María Cumbreño sigue intentando la cuadratura del círculo desde los talleres microscópicos de Ediciones Liliputienses  en el cacereño Valle de Valdeflores, amenazado, como toda la ciudad y su entorno natural, por una tóxica mina de litio a cielo abierto.