Caos. El poder de los idiotas
Los ciudadanos nunca se equivocan cuando votan. Son los líderes quienes anteponen muchas veces su mezquindad y endiosamiento pueril a la interpretación de los deseos y las aspiraciones de los electores, confundiendo con descaro el interés general con sus particulares ambiciones. Ahí reside el motivo fundamental del desapego que siente el electorado hacia la clase política, incapaz como esta es de hacer autocrítica y sustituir a sus demediados dirigentes. La expulsión de los disidentes de los partidos, la tendencia al autoritarismo interno, los rencores ideológicos y personales, la búsqueda de la confrontación en vez del acuerdo, y la apropiación partidista y estúpida del significado de la democracia, cuyas reglas de juego exigen una interpretación común, son signos recurrentes de las patologías que aquejan al sistema.
Juan Luis Cebrián.
Caos.
El poder de los idiotas.
Espasa. Barcelona, 2020.
<< Home