La mentira
Ustedes saben que odio, detesto y no puedo soportar la mentira, no porque sea más íntegro que el resto de las personas, sino simplemente porque me repugna. Hay un toque de mortalidad, un sabor a muerte en las mentiras (justo lo que más odio y detesto del mundo), lo que intento olvidar. Me hace sentir enfermo y desgraciado, como cuando se le da un bocado a algo podrido. Supongo que es cuestión de temperamento.
Joseph Conrad.
El corazón de las tinieblas.
Traducción de Miguel Temprano.
Literatura Random House. Barcelona, 2015.
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