Luis Ramos de la Torre. Mientras pueda decir
CAMINO
Somos lugar y en ese punto estamos
como una mimbre al viento que va y viene,
como el tallo en la planta que sostiene
la vida en flor, y en tanto caminamos.
Somos un aire en cinta porque vamos
buscando contra lo que nos retiene,
y en ese ir y venir que nos mantiene
seguramente nos equivocamos.
Complicamos sin más nuestro camino
creyéndonos la voz del universo,
modificando el sesgo del destino.
Y sin querer errar merodeamos
entre la prosa inquietos o en el verso,
y en el camino a veces acertamos.
Con ese texto abre Luis Ramos de la Torre la colección de sonetos que reúne bajo el título Mientras pueda decir, que publica Baile del sol.
Sus bien afinados endecasílabos son un recorrido por los temas vertebrales de la poesía, de la literatura, de la vida: las hogueras del amor y el viento frío del tiempo, el latido de la emoción y las cenizas de la memoria, la celebración de la luz y la nostalgia angustiada por la fugacidad, la conciencia de la identidad y la mirada trascendida al paisaje, las dudas de la interrogación y la claridad de la música, el temblor ante la belleza y la denuncia de la mentira, la afirmación de la luz sobre la oscuridad.
Emoción y reflexión encauzadas en el molde clásico del soneto en un libro que toma como título las primeras palabras de este soneto central en el que resuenan ecos de Valente y de Claudio Rodríguez, dos referentes fundamentales que iluminan la poesía de Luis Ramos de la Torre:
UNA SOLA VERDAD
Mientras pueda decir sin confundirme
una sola verdad y que esta sea
una norma, una ley, una marea
de luz con que guiarme y donde asirme.
Mientras pueda escribir y lo que afirme
ayude en algo al otro que me lea,
entregaré sin miedo a que me crea
parte de lo que busco al exigirme
claridad y sentido en lo que escribo
o en todo lo que admiro y lo que leo
en los grandes autores esenciales.
Quiero sentir con esto que percibo
algo del fuego aquel que Prometeo
robó a los dioses para los mortales.
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