Así que pasen cinco años
“Dentro de cuatro o cinco años existe un pozo en el que caeremos todos”, dice proféticamente uno de los personajes de Así que pasen cinco años, una de las obras “imposibles” del teatro de García Lorca, que la terminó en agosto de 1931, cinco años antes de caer en el pozo de la guerra civil en que cayeron todos.
Es uno de los títulos que Cátedra reedita en su colección Cinco décadas, con edición de Margarita Ucelay
Según Miguel García Posada, Así que pasen cinco años es “una de las piezas capitales del teatro lorquiano, si es que no estamos ante la obra más perfecta -más equilibrada, más compleja- del autor. […] La tersura y la sugestión de la prosa -simbólica, pero sin el desgarramiento de El público- y la belleza de los pasajes en verso le dan a Así que pasen cinco años una calidad artística exquisita.”
Subtitulada Leyenda del tiempo, transcurre en la hora detenida de las 6 de la tarde y por su surrealismo onírico y por el simbolismo freudiano de sus imágenes se encauzan el sueño y la identidad, la realidad y la imaginación, el desdoblamiento y las máscaras, la angustia ante el tiempo y la muerte.
“Así que pasen cinco años. Leyenda del tiempo es una de las creaciones mayores del teatro de Federico García Lorca. Pieza novísima en forma y contenido, fue el resultado de un ambicioso proyecto del poeta de «crear un teatro nuevo, avanzado de formas y teoría» que había de originar el deseado «teatro del porvenir», escribe en su extenso estudio introductorio Margarita Ucelay, que aborda la génesis de Así que pasen cinco años, que define como “una autobiografía en clave onírica” y vincula su gestación al ciclo neoyorquino, repasa la valoración crítica de la obra, rastrea sus fuentes, describe su estructura en verso y prosa, analiza la simbología de su espacio escénico o la importancia del color, la música y el ritmo y concluye su interpretación con estas palabras: “Así que pasen cinco años es obra de indudable dificultad, pero no hay en ella hermetismo. No es críptica. La actitud del poeta es en casos ambigua y abierta por tanto a interpretación. Es obvio que la obra está centrada en el proceso mental del protagonista.”
El amor oscuro y la frustración de la esterilidad, temas capitales que atraviesan la obra poética y dramática de Lorca, son también los ejes temáticos de Así que pasen cinco años, renovadora y potente en su prosa:
VIEJO.- Todavía cambian más las cosas que tenemos delante de los ojos que las que viven sin distancia debajo de la frente. El agua que viene por el río es completamente distinta de la que se va. ¿Y quién recuerda un mapa exacto de la arena del desierto... o del rostro de un amigo cualquiera?
Y en su verso, como en esta intervención del Arlequín:
El Sueño va sobre el Tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas”
en el corazón del Sueño.
(Se pone una careta de alegrísima expresión.)
¡Ay, cómo canta el alba! ¡Cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!
(Se quita la careta.)
El Tiempo va sobre el Sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.
(Se pone una careta de expresión dormida.)
¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!
(Se la quita.)
Sobre la misma columna,
abrazados Sueño y Tiempo,
cruza el gemido del niño,
la lengua rota del viejo.
(Con una careta.)
¡Ay cómo canta el alba! ¡Cómo canta!
(Con la otra careta.)
¡Qué espesura de anémonas levanta!
Y si el Sueño finge muros
en la llanura del Tiempo,
el Tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.
¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!
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