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04 noviembre 2023

Marquetalia en el corazón

 


PARAÍSO

        Un día de estos 
cuando el tiempo no pase sobre el tiempo 
         Un año de estos 
cuando el tiempo no sea tiempo 
          Un siglo de estos 
cuando la nieve 
                             no sea invierno 
ni el amor 
                             la primavera 
entonces podré decir 
                                  que el Paraíso 
fue una hermosa ilusión 
                                         en la mente de Dios.

Con ese poema se abre Marquetalia en el corazón, la primera de las cinco secciones en que Antonio María Flórez organiza el libro que con ese título celebra el próximo centenario de esa población colombiana, patria chica adoptiva del poeta hispano colombiano que reúne aquí textos procedentes de libros anteriores como Desplazados del paraíso, En las fronteras del miedo y Corazón de piedra, junto con otros poemas sueltos o inéditos.

Levantada sobre una honda verdad humana y sobre un contenido fulgor de la palabra, la de Antonio María Flórez es poesía del desplazamiento y las fronteras, de la pérdida del paraíso, el destierro y el exilio, ejes temáticos vertebrales que irradian no sólo en sus poemas, sino en los títulos de sus libros.

Pero es también una afirmación del lugar y del ser. Y por eso abre este volumen, rematado con un apéndice fotográfico que resume su biografía, una ‘Presentación’ en la que el poeta declara que está aquí “buena parte de mi trayectoria vital y literaria recopilada para orgullo propio, de mi familia y de los naturales del terruño.”

"Quien lee esto, no toca un libro, toca a un hombre", afirmaba Walt Whitman de sus Hojas de hierba. Y lo mismo se podría decir de este Marquetalia en el corazón, que contiene poemas tan intensos como este, que podría resumir en su temblor emocional y verbal la vida y la obra de Antonio María Flórez:

PEREGRINO

        Peregrino desde la infancia, 
no tiene casa.
Su paraíso 
ya no sabe dónde está. 
En esta hora aciaga 
confunde los recuerdos 
con los sueños.
Eligió una senda 
que lo ha llevado al destierro.

       Es una vasta noche y sin fulgores.

       En silencio, 
solo, 
                enajenado, 
sin amor ni esperanza, 
frente al mar oscuro y sin horizonte, 
se le ofrecen ejércitos de sombras, 
el rumor de otras costas moribundas, 
mástiles de niebla;  
                              y más allá, el fragor de la Nada.