Dos cuadernos antológicos de Francisco Ruiz Noguera
Con qué solemnidad y en qué silencio,
ajeno a los elogios
ante la maravilla de su industria,
el único granado,
hermético y redondo, regalaba,
como cada verano,
el cofre luminoso de su fruto.
Así también, ajena
al poder lacerante de sus ojos,
la juventud abierta,
igual que una granada, a la hermosura,
recortaba en el pecho
la gracia de un perfil adolescente.
Ese magnífico poema, en el que resuena como un homenaje el ineludible eco magistral de Cernuda, abre la antología temática Reincidencias, de Francisco Ruiz Noguera, que aparece en una primorosa edición de “cincuenta ejemplares para amigos” en la admirable colección Arroyo de la Manía, dirigida por Rafael Inglada, heredero de la mejor tradición tipográfica española, la que tiene su centro en Málaga desde los años de Litoral.
En Reincidencias ha reunido Francisco Ruiz Noguera tres granados, dos manzanas de Tántalo y cuatro mediodías, dos buscas y tres límites con los que alimenta su ‘Ars vivendi’ en los cuatro principios que cierran esta entrega, la número cuarenta y ocho de Arroyo de la Manía:
Saquear las moradas de la vida.
Soportar el rumor de la memoria.
Buscar la luz en medio de la niebla.
Mirar los ojos limpios de lo oscuro.
Cuatro propuestas vitales y cuatro ejes poéticos (vida, memoria, luz y mirada) que resumen un programa ético y estético sobre el que se sustenta la poesía de Ruiz Noguera, que en la nota a la edición explica que “hay veces en que, de forma recurrente, uno insiste -incluso con marcada distancia temporal- en ciertos asuntos que, por distintos motivos (¿emocionales, reflexivos, persistentes en el recuerdo?), resultan ser tan hondamente cercanos que parecen exigir su continuidad en el tiempo (aunque sea en apariciones discontinuas). En más de una ocasión he barajado la posibilidad/conveniencia de presentarlos reunidos. Este cuaderno recoge algunas de esas reincidencias esparcidas en libros publicados entre 1984 y 2014, treinta años”
la rueda (o simplemente los días) es el título de otro cuaderno, que forma parte de la colección Cuadernos Romero, que se publican en Málaga con la colaboración de Jákara Editores.
Es un conjunto antológico de diecisiete poemas que apareció en 2022 también en una tirada reducida de cien ejemplares. Un conjunto atravesado por la meditación sobre la vida y la escritura como búsqueda y evocación del pasado, por la celebración de la vida y la palabra en el cruce fugaz de la memoria y el deseo.
Lo cierra este espléndido ‘Donde arde la memoria’, que podría resumir el universo poético y emocional de Francisco Ruiz Noguera:
Hay veces que la luz con su potencia
parece proyectar no ya sus rayos,
sino volverse voz: voz de la vida
que celebra los cuerpos, borra sombras,
enciende primaveras y amortigua
las imprevistas serias cuchilladas.
Y es la luz la que, en días de silencio,
de no celebración y de negrura,
quisiera resurgir para alojarse
en las gamas de todos los colores.
Y buscar nuevamente manos, labios,
miradas que nos lleven
al lugar donde arde la memoria:
llama encendida y viva,
llama que en el recuerdo no es ceniza.
Dos recopilaciones breves y dos delicados cuadernos poéticos que resumen el itinerario poético de Ruiz Noguera y sus estaciones de paso: la memoria y el mar, el viaje de la sombra a la luz del mediodía, el tiempo y la belleza, la necesidad de aprehender el instante en la palabra y “el afán de decir” que es el centro de uno de sus poemas, ‘Límites/2’:
El afán de decir.
El mundo aprisionado en la garganta
lima ya los barrotes
y escapa hacia los labios.
El truco de ocultar
la riqueza del mundo
detrás de la palabra.
El afán de decir.
Colonizar la nada
modelando con voces
-en ejercicio vano-
el caudal de la mente.
Es
una gran tentación
querer hacer explícito el espíritu.
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