19 diciembre 2023

Tulipanes y chimeneas, de E. E. Cummings

   




AMORES
II
hay una
luna sola
en lo azul
de la noche

                   lujuriosa de aguas
trémula,
cegada de silencio el
unduloso cielo anhela donde

en tensa desestrellación
ungida de ardor
la amante amarilla

se alza en la muda oscuridad
esbelta
y
urgente

            (de nuevo
amo yo despacio
recojo
de vuestra lánguida boca la

apasionante
flor)

En la traducción de Pedro Larrea, ese es uno de los poemas de Tulipanes y chimeneas, el primer libro de poesía de E. E. Cummings (1894-1962).

Lo publicó en 1923, hace ahora un siglo, el que ha tenido que pasar hasta esta primera versión en español del libro en la edición bilingüe que acaba de publicar El Sastre de Apollinaire, que ya editó recientemente ViVa, también con traducción de Pedro Larrea.

Cummings le había presentado al editor ciento cincuenta y dos poemas de los que en aquella primera edición ahora centenaria se seleccionaron ochenta y seis, que son los que aparecen en esta edición. Los textos no incluidos formarían parte dos años después, en 1925, de XLI Poems y &, su segundo y tercer libro.

Los amores y la guerra, los retratos y las impresiones visionarias son los ejes de Tulipanes, mientras que las realidades y las irrealidades recorren los diecisiete sonetos de Chimeneas.

Al fondo está la experiencia traumática de la Primera Guerra Mundial en la que Cummings se alistó en 1917 como voluntario en el cuerpo de ambulancias de París. Su vivencia de la guerra y de la muerte lo impulsó hacia un pacifismo que acabó por recluirle en una prisión durante casi tres años, acusado de traición y espionaje, una experiencia que relató en La habitación enorme, que publicó en 1922, un año antes que Tulipanes y chimeneas.

La condición vanguardista de sus desarticulados juegos lingüísticos y sus experimentaciones radicales con la sintaxis, los versos y la tipografía inciden directamente en una serie de mecanismos verbales, gráficos y poéticos que acaban reflejando el carácter inefable de la experiencia creativa y la opaca incomunicabilidad de la expresión poética. Este, que es uno de sus poemas más conocidos y más representativos, lo resume bien:

Buffalo Bill ha
fallecido 
                quien solía 
                cabalgar un potro plateado como delicada 
                                                                                     agua 
y destrozar unadostrescuatrocinco palomasenunabrirycerrardeojos 
                                                                                                        Dios 
era un hombre guapo 
                                   y lo que quiero saber es 
cuánto le gusta su muchacho de ojos azules 
Señora Muerte