06 septiembre 2024

La estatua más viva de Roma




Tiene su gracia que a la estatua más viva de Roma le falten los brazos, las piernas y la cabeza. Tal es la impresión que traslada a uno el Torso del Belvedere: la de querer saltar desde el plinto, echar a correr, apartar con los muñones al gentío y declamar, con ayuda de su musculado abdomen, un parlamento desde el balcón de San Pedro. La fuerza, la violencia incluso, atrapada en ese trozo de mármol no le pasó inadvertida a Miguel Ángel, que lo cita en el cuerpo de Jesucristo redentor de El juicio final en la capilla Sixtina. Sé que Rilke ante el torso de un Apolo en el Louvre escuchó un susurro divino: «Has de cambiar tu vida». De manera más prosaica, yo veo bordarse en el aire estas palabras: “Pierde seis kilos: escribirás mejor.”


Juan Claudio de Ramón.
Roma desordenada.
La ciudad y lo demás.
Siruela. Madrid, 2022.