Oclocracia, cleptocracia
Oclocracia (de ὀχλοκρατία, okhlokratía, de ὄχλος, ochlos, «populacho»): gobierno de la gentuza.
¿En qué se diferencia la gentuza del pueblo? En la cuna de la filosofía el propio Aristóteles hizo el distingo. La oclocracia es una enfermedad de la democracia, en la que el pueblo incurre cuando se deja arrastrar por demagogos y manipuladores que lo engañan fomentando sus miedos, su nacionalismo, su odio a algún grupo social, etc., todos sentimientos negativos, o lo animan con promesas ilusorias. El pueblo que renuncia a la meritocracia (que gobierne gente de mérito) se convierte en plebe, en gentuza. A veces ayuda la tele, el instrumento favorito de los demagogos telepredicadores.
Para acabar, añadamos cleptocracia (de κλέφτης, cléptes, «ladrón»): gobierno de los ladrones.
En tiempos recientes, el pueblo español, airado al descubrir que había pasado de la democracia a la cleptocracia (el poder irremediablemente corrompe si no se articulan sistemas para evitarlo), muestra cierta tendencia a echarse en brazos de la oclocracia. Esperemos que su sentido común compense su inexperiencia democrática y lo reconduzca a una senda más serena, lejos de los demagogos que lo llevan a su ruina como el flautista de Hamelín llevaba a sus ratas.
Juan Eslava Galán.
Enciclopedia Eslava.
Espasa. Barcelona, 2017.
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