18 marzo 2025

Carmen Martín Gaite. Una biografia

 


“De Carmen Martín Gaite me atrae, además de su obra, la protesta que su vitalismo manifiesta contra la derrota, la muerte y la realidad circundante que se negaba a aceptar, pero de la que no perdió ripio. Para alguien que no conoció la frontera entre vivir y representar, el descalabro vital se convirtió en una fuente moral de conocimiento. Nunca se afianzó sobre la realidad, aunque supo explorarla y entenderla. Martín Gaite solo se sintió cómoda en el refugio de la letra escrita”, escribe José Teruel en el prólogo de la biografia de Carmen Martín Gaite con la que obtuvo el Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias 2025, que acaba de publicar Tusquets.

Cuando se va a cumplir el centenario del nacimiento de Carmen Martín Gaite, esta biografía, escrita por el mejor especialista en su obra, es una reconstrucción rigurosa de una intensa trayectoria biográfica atravesada constantemente por la relación con la literatura. Una trayectoria que refleja por otro lado el contexto histórico, social y cultural en que transcurrió su vida y construyó su obra:

Los años de crisálida en Salamanca y el conocimiento en los primeros años universitarios de Ignacio Aldecoa, una presencia decisiva en su vida y su obra; la segunda juventud en Madrid, el noviazgo con Rafael Sánchez Ferlosio y la aventura de la Revista Española, en  la que se agruparon jóvenes universitarios de la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid -Aldecoa, Fernández Santos, Ferlosio, Medardo Fraile y ella misma-, que revitalizarían el relato corto en los años 50, bajo la influencia del neorrealismo cinematográfico; su matrimonio con Ferlosio y la publicación del primer libro, El balneario, una colección de cuentos que aparece en mayo de 1955, el mismo mes de la muerte trágica de su hijo Miguel; el nacimiento de su hija Marta; la escritura tres veces interrumpida de Entre visillos, su primera novela, que ganaría el Nadal en 1957; la crisis matrimonial y la separación; la composición del ensayo histórico El proceso de Macanaz, una de sus mejores obras, y sus réditos literarios en la elaboración de Retahílas y en la confluencia de realidad histórica y ficción; los Usos amorosos del dieciocho, un ensayo de historia cultural que traza el panorama de la realidad social española del siglo de las luces; la ruina de una casa como reflejo simbólico de su situación familiar en Ritmo lento, que, aunque poco conocida, es una de sus mejores novelas; la interlocución personal y literaria con Juan Benet; la turbulenta relación amorosa con Torrente Malvido y su reflejo indirecto en la escritura terapéutica de Retahílas y Fragmentos de interior; la ligazón estrecha con la hija, para la que quiso ser “madre y amiga íntima”; la ‘soledad habitada’ del decenio 1973-1983, una década fecunda en la que emerge la ensayista y articulista que escribirá La búsqueda de interlocutor, El cuarto de atrás y El cuento de nunca acabar; la actividad como crítica literaria en Diario 16; los arrebatos amorosos de los primeros años ochenta y la importancia en su vida y su obra del periplo norteamericano; la enfermedad y muerte de Marta, que atraviesa sus últimas novelas; el éxito editorial de los Usos amorosos de la posguerra; la escritura de supervivencia en sus últimos años con novelas como Nubosidad variable, Lo raro es vivir o Irse de casa. Novelas que aprovechan materiales de derribo procedentes de Entre visillos o Retahílas y que -como reconoce Teruel- “fueron las de más éxito de público y ventas, pero no las mejores”.

Esos son algunos de los aspectos que aborda esta biografía, apoyada en datos y en testimonios, en los Cuadernos de todo y en la correspondencia o en la zona más autobiográfica de la literatura de Carmen Martín Gaite, tanto en el género ensayístico como en el narrativo, para completar un panorama en el que se cruzan constantemente la vida y la literatura, la experiencia y la creación.

Ilustrada con abundantes fotografías que acompañan al texto o se encartan en tres amplios cuadernillos ordenados cronológicamente, esta obra no es sólo una biografía, sino una introducción completa y una incursión profunda en el mundo literario de la autora a lo largo de sus quinientas páginas. Un mundo que fue cambiando a medida que variaban las circunstancias vitales y el itinerario humano que están en la raíz de la literatura de Carmen Martín Gaite y en “su existencia compleja y polivalente”, como señaló Luis Martín-Santos en una dedicatoria autógrafa de Tiempo de silencio.

Y por eso -señala José Teruel- “los rastros dejados por Carmen Martín Gaite en sus obras, cartas, cuadernos personales, agendas, más los recuerdos que transmitió a los amigos que la conocieron, y la lectura combinada de ellos constituirán las fuentes primarias para la construcción de esta biografía, que intenta revivir ante el lector los antecedentes familiares, los años de formación, los personajes, las relaciones, las lecturas, los viajes, los ambientes y las circunstancias que con mayor relevancia pudieron influir en su desarrollo como mujer y escritora. Otorgo un especial protagonismo a los momentos autobiográficos que se traslucen en su obra de ficción y ensayística, y al singular entendimiento que me ha permitido la dirección y edición de sus Obras completas, de las que esta biografía constituye el remate final. Sin embargo, no se trata de dejar hablar a Carmen Martín Gaite por sí misma: ya he señalado que hasta en sus escritos más estrictamente auto­biográficos es posible constatar -y ella supo también reconocerlo- que entre lo que pasó y lo que decía que pasaba media el mecanismo de la memoria y su ordenación narrativa. Rechazo la asunción indolente que lleva al biógrafo a replicar y glosar las mismas razones de la autora, de leer su vida necesariamente en la misma clave que ella propicia. Hay en algunas ocasiones una brecha, y para dar cuenta de esa fisura entra en escena mi voz, la del intérprete: ni hagiografía ni patografía, sino la exploración de una vida cuyo sentido último solo se puede conferir a través de la aceptación del claroscuro, de lo que se sabe y lo que se ignora.”