Librerías
Entre un cuento concreto y toda la literatura universal se establece una relación parecida a la que mantiene una única librería con todas las librerías que existen y existieron y tal vez existirán. La sinécdoque y la analogía son las figuras por excelencia del pensamiento humano: voy a empezar hablando de todas las librerías del presente y del pasado y quién sabe si del futuro a través de un solo relato, «Mendel el de los libros», escrito en 1929 por Stefan Zweig y ambientado en la Viena del adiós al imperio, para avanzar hacia otros cuentos que también hablaron de lectores y de libros a lo largo y a lo ancho del palpitante siglo XX.
Con el recuerdo de ese inquietante cuento preborgiano de Zweig comienza Jorge Carrión un espléndido recorrido por el mundo de las librerías con el que fue finalista del Premio Anagrama de Ensayo.
Se publicó en 2013 y ahora Galaxia Gutenberg acaba de publicar una nueva edición -“revisada, actualizada, expandida”- de aquel Librerías que muy pronto se convirtió en un título de referencia que ha sido traducido a quince idiomas.
La abre un prólogo -‘La invitación al viaje’-, en el que Roger Chartier escribe que “además de un libro de viajes, Librerías es también un libro de encuentros. Muestra que, para Jorge Carrión, son lugares en los cuales pueden mantenerse los intercambios y las sociabilidades que estamos perdiendo. La historia nos enseña que la lectura se transformó con el paso de los siglos en una práctica silenciosa, solitaria, que hizo desaparecer los momentos compartidos que procuraban las lecturas colectivas de las reuniones familiares, de los encuentros amistosos, de las sociedades literarias, de los compromisos militantes. En un mundo en el cual la lectura se identificó con una relación personal, íntima, privada, con el libro, o bien con las conversaciones sin presencia de las redes, las librerías multiplican las posibilidades de encuentros acerca del patrimonio escrito, de la creación intelectual, de las experiencias estéticas.”
“Cada librería condensa el mundo. No es una ruta aérea, sino un pasillo entre anaqueles lo que une tu país y sus idiomas con regiones extensas en que se hablan otras lenguas”, afirma Jorge Carrión. Y esa misma idea -Read the world- es la que figura en el rótulo de una de las abundantes ilustraciones del libro. De esa manera la librería se convierte al modo borgiano en una metáfora que representa el mundo y contiene en sus estanterías el tiempo y el espacio.
Ese es el punto de partida de un viaje en el que el autor no solo recorre las librerías más importantes del mundo, del pasado y del presente, sino que además repasa la historia de la lectura, de las bibliotecas y de los lectores, incluyendo a aquellos que, como Mendel, son verdaderas bibliotecas portátiles.
Un viaje que empieza en el extraño zoco de librerías que es Atenas, que “puede caminarse y leerse como un extraño zoco de librerías”, recorre las librerías más antiguas del mundo -Bertrand, en el Chiado lisboeta, la más antigua (1732) de entre las que han mantenido ininterrumpidamente su actividad, Hatchards en el 187 de Picadilly, la Librería del Colegio en Buenos Aires o la genovesa Bozzi, fundada en 1810, que “sigue abierta en una maltrecha esquina de Génova”- y pasa por Charing Cross, la calle con más librerías de Londres: “En plena Charing Cross Road, la calle por excelencia de las librerías de Londres, sus cincuenta kilómetros de estanterías convierten a Foyles en el mayor laberinto libresco del mundo.”
El París de Shakespeare & Company en la Rue de l’Odéon, 7, tan vinculada a Joyce y al Ulysses, y su librería hermana en San Francisco, City Lights, espacio beatnik de encuentro literario”; la situación de las librerías en los totalitarismos socialcomunistas y nazi de Rusia y Alemania, la censura de libros y el comercio clandestino; las librerías orientales, las librerías cotidianas de Barcelona y las librerías virtuales o la conflictiva realidad de las librerías actuales y su debate entre la novedad y el fondo son algunas otras estaciones de paso o de destino de este viaje por las librerías, “esa representación del mundo -de los muchos mundos que llamamos mundo- que tanto tiene de mapa, esa esfera de libertad en que el tiempo se ralentiza “y el turismo se convierte en otra clase de lectura.”
Pero hay muchas más estaciones, porque Librerías es también una vuelta al mundo: un viaje por Berlín, Budapest, Marrakech, Tánger, Estambul, El Cairo, Tokio, Shanghai, América de costa a costa, entre Nueva York y California, y de norte a sur, de México a Lima y a Buenos Aires, un itinerario por libros y librerías del fin del mundo australiano; la caótica veneciana Acqua Alta, donde “sentí que se terminaba uno de los tantos mundos que llamamos mundo”; Laie en Barcelona, Eterna Cadencia en un extremo del barrio bonaerense de Palermo; La Central de Madrid o una librería de Sudáfrica en donde el autor se pregunta cuál es el extraño nexo común a Paulo Coelho, García Márquez y Coetzee.
Y así como las librerías contienen el mundo, este libro contiene mucho más de lo que anuncia su escueto título: es una historia de la literatura que se lee como un libro de viajes o como una novela repleta de personajes y lugares, de historias y maravillas.
En esta nueva edición se añade un Epílogo, ‘El final de todos los principios (2025)’, en el que Jorge Carrion explica que “desde que escribí Librerías han pasado trece años y una pandemia. En ese tiempo el fascismo se ha derramado de nuevo por el planeta; se ha popularizado el uso de la red social Tik Tok, que ha convertido obras literarias canónicas en fenómenos de masas, y ha entrado en crisis el propio concepto de red social; ha aumentado la censura en todas partes, incluso en países democráticos; ha explotado la inteligencia artificial generativa, con su voluntad de cuestionar lo que entendemos por autoría y por objeto cultural y por escritura y por lectura y por mundo; se han publicado muchos libros sobre librerías y han abierto y han cerrado muchas, como han hecho siempre. Pero tanto las que perviven e insisten como las nuevas comparten una nueva conciencia de su influencia. Tras décadas o siglos de ser personajes secundarios de la cultura, las librerías se han vuelto protagonistas.”
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