Grita, de Roberto Saviano
“Habéis callado demasiado tiempo. ¡Se acabó el silencio! Gritad con cien mil lenguas. Con tanto silencio el mundo se pudre.”
Esas palabras de Santa Catalina de Siena podrían resumir el sentido de Grita, el libro de Roberto Saviano que publica Anagrama con traducción de Juan Manuel Salmerón Arjona.
Ese párrafo es el epígrafe que abre uno de los capítulos centrales del libro, “Las palabras del pueblo”, dedicado a los hermanos Grimm.
Iluminado con ilustraciones de Alessandro Baroncia, Grita se inicia con un mapa y un espejo en el que se refleja el Saviano adolescente que iba al Instituto Díaz de Caserta:
Tú eres ahora quien busca las respuestas que yo buscaba.[…] Las historias que voy a contarte si sabes leerlas podrán servirte de escudo, incluso de munición, una munición particular que da vida en lugar de quitarla. Considéralo un regalo de un amigo, de un superviviente, o una linterna.
Un mapa que además de servir de orientación desde el punto de partida, es muchas otras cosas: escudo ante la mentira, munición contra la iniquidad, linterna para iluminar el pasado y el presente, porque “algunas historias son recientes, aún huelen a pólvora. Otras son antiquísimas, digamos que las he sacado del fondo de un estanque lleno de cieno. Algunas te las cuento tal y como están en las fuentes, otras las relato para que parezcan una fábula, una parábola, una lección de vida.”
Narradas con la agilidad eficiente de su prosa, Saviano reúne en estas páginas historias potentes, ejemplos y parábolas de quienes no guardaron silencio ante el miedo y levantaron la voz frente a la injusticia. Treinta historias que responden a las preguntas que plantea el mapa. Preguntas como estas:
¿Sabes cuándo empieza a hacer efecto el veneno de una mentira?
¿Y si fuera a ti a quien le faltara el aire?
¿Quién ha escrito el guion que estás leyendo?
¿Y tú has decidido de qué parte estás?
¿Crees que los fanáticos son los demás?
¿Sabes luchar aunque tengas miedo?
¿Ves las trampas que se hacen con palabras?
¿Vas a gritar cuando veas que son cien contra uno?
Preguntas que alguna vez se hizo Saviano antes de escribir Gomorra y a las que respondieron algunos de los protagonistas de Los valientes están solos, como Giovanni Falcone o Paolo Borsellino.
Las respuestas las dan aquí Hipatia de Alejandría frente a los talibanes, Anna Ajmátova frente a Stalin, Giordano Bruno frente a la Iglesia, Anna Politkóvskaya frente a Putin, Jamal Khashoggi frente al despotismo saudita, Zola frente al antisemitismo de la Liga de Patriotas, Luther King frente al chantaje del FBI y el Ku Klux Klan, Daphne Caruana Galizia frente a la evasión fiscal en el paraíso fiscal de Malta, Karina Bolaños frente a la extorsión y la violación de la intimidad en internet, Pasolini frente a la Italia democristiana, la neofascista y la comunista, Snowden frente a la CIA…
Son algunos de los hombres y mujeres cuya peripecia recrea Saviano como modelos humanos de coraje, de faros de la dignidad que alzaron sus voces contra el silencio y el miedo, contra las manipulaciones del poder y el ejercicio de la propaganda según el método de Goebbels, porque
no es puro el corazón que siempre se esconde, se protege, se desvía del error, nunca se contamina con nada, nunca se ensucia, se mantiene siempre virgen. Es puro el corazón que vive, que lo toca todo, que se contamina, que camina con los demás por el infierno, pero se mantiene auténtico. «Un pecho desarmado puede resistir incluso a los tanques si dentro de él late un corazón digno», escribió Aleksandr Solzhenitsyn.
Puro es el corazón que siempre se la ha jugado.
Tú grita que late.
¡Grítalo fuerte!
Y ese consejo inicial que es el motor del libro se retoma en el texto que lo cierra, un poema civil contra la sumisión resignada que se cierra así:
Grita cuando veas que, en el silencio general, un tornillo cae al suelo.
Grita que la mentira mata.
Grita que, si no salvas el bosque en llamas, el incendio te alcanzará allí donde vayas.
Grita que no se puede bailar en un campo minado, que no es posible beber té sobre la lava de un volcán, que no se toma el sol en una isla de plástico.
Grita cuando veas que amordazan a un niño.
Grita cuando notes que te dejan sin respiración.
¡Grita que no vale la pena vivir en estas condiciones!
¡Grita que todo debe cambiar!
Grita se publicó a finales de 2020 en su versión original en italiano y esta edición española llega hoy a las librerías.
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