Wilde: arte y público
Al público se le ha acostumbrado mal en todas las épocas. Le pide al arte que sea popular, que satisfaga su falta de gusto, que adule su absurda vanidad, que le diga lo que ya ha oído, que le muestre lo que debería estar cansado de ver, que le divierta cuando se siente pesado por haber comido en exceso, y que le distraiga de sus pensamientos cuando está hastiado de su propia estupidez. Pero el arte no debería intentar ser popular. Es el público quien debería intentar volverse artístico.
Oscar Wilde.
El alma del hombre bajo el socialismo.
En El arte del ingenio (epigramas).
Traducción de Beatriz Torreblanca.
Valdemar. Madrid, 1995.
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