18 diciembre 2025

Postguerra, de Tony Judt

 



“Todo lo que se ha escrito, tan solo en lengua inglesa, acerca del breve periodo de sesenta años de la historia de Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial (especialmente sobre este periodo más que ningún otro) resulta inabarcable.
  Nadie puede por tanto aspirar a escribir una historia del todo exhaustiva o definitiva de la Europa contemporánea. En mi caso, mi propia inadecuación para la tarea se ve agravada por la proximidad: nací poco después del final de la guerra y soy contemporáneo a la mayoría de los hechos descritos en este libro, por lo que recuerdo haber conocido, observado o incluso participado en gran parte de esta historia según se ha ido desarrollando. Si este hecho facilita o dificulta mi comprensión de la historia de la Europa de la postguerra es algo que desconozco. Lo que sí sé es que a veces puede complicar bastante la tarea de encontrar el desapasionado distanciamiento del historiador.
  Este libro no ambiciona tamaño objetivo de imparcialidad. Sin renunciar, espero, a la objetividad y la justicia, Postguerra presenta una interpretación claramente personal del pasado reciente europeo. Utilizando un término que inmerecidamente ha adquirido connotaciones negativas, se trata de un libro apasionado. Algunas de sus opiniones pueden resultar quizá controvertidas, otras sin duda equivocadas. Todas son falibles. Para bien y para mal, son mías, como también lo son los posibles errores que inevitablemente han de surgir en un trabajo de esta extensión y alcance. Pero si su número no es excesivo y al menos algunos de los juicios y conclusiones de este libro son perdurables, se debe en gran medida a los muchos expertos y amigos en quienes he confiado durante el proceso de su investigación y redacción”, escribe Tony Judt en el prólogo de Postguerra, que acaba de publicar Taurus en un monumental volumen de más de mil doscientas páginas, con traducción de Jesús Cuéllar, Victoria E. Gordo del Rey y Álvaro Marcos y con una sobrecubierta que resume en sus cuatro imágenes la pluralidad de temas y enfoques de un periodo histórico tan complejo como el de la postguerra en Europa.

Veinte años después de su edición original, Taurus recupera la obra maestra del historiador británico Tony Judt (Londres, 1948- Nueva York, 2010). Un libro que desde su aparición en 2005 ha ido creciendo en influencia y consolidándose como un referente de los estudios de Historia Contemporánea.

Con una admirable capacidad narrativa, unida al rigor documental sobre la que se cimenta, Postguerra es una reconstrucción de la reconstrucción europea tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial y la sombra alargada de los conflictos que han marcado su historia reciente: desde la Guerra Fría hasta los conflictos en los Balcanes, desde las dictaduras fascistas y comunistas en la Europa de postguerra al 1968 del Mayo francés y de la Primavera de Praga, desde el auge y caída del comunismo hasta las tensiones de los nacionalismos separatistas, desde la Revolución de los Claveles hasta la Perestroika.

Articulada en cuatro partes (Postguerra: 1945-1953, El malestar en la prosperidad: 1953-1971, Himno final: 1971-1989 y Después de la caída: 1989-2005) subdivididas en veinticuatro capítulos, Postguerra es un análisis riguroso de las consecuencias políticas, sociales y culturales de la Segunda Guerra Mundial en la configuración de la Europa contemporánea, desde el castigo a los perdedores hasta la matanza de Srebrenica, pasando por el Plan Marshall, los años de prosperidad económica y descontento social o la voluntad de construir un proyecto común europeo.

Un ejercicio difícil y arriesgado, porque el campo de trabajo y análisis, delimitado entre 1945 y 2005, llega hasta hechos muy próximos para los que quizá haya poca perspectiva y mucho material que desbrozar. Y Jundt aborda ese reto combinando la postura del historiador distante que maneja las estadísticas de muertos, refugiados o desaparecidos con la mirada del analista de la actualidad y con una admirable voluntad de abarcar todas las aristas de la realidad en los sesenta años que son objeto de su estudio.

Un abundante despliegue fotográfico ilustra los hechos más significativos de este período histórico delimitado gráficamente entre una primera imagen de 1945, en la que un niño camina junto a los cadáveres de cientos de antiguos internos del campo de concentración de Bergen-Belsen, tendidos al borde de una carretera comarcal, y otra de 2005 en la que el canciller alemán Gerhard Schröder pronuncia un discurso en el sesenta aniversario de la liberación de Auschwitz.

Y en medio, decenas de imágenes que resumen la amplia temática que afronta esta magnífica Postguerra: de la construcción del muro de Berlín en 1961 al desmantelamiento de los últimos restos del colonialismo o a la ocupación estudiantil de la Sorbona; de la socialdemocracia y el estado de bienestar a Sartre o a iconos cinematográficos como Brigitte Bardot o a los Beatles: del terrorismo de las Brigadas Rojas, la Baader-Meinhof o la ETA al desastre nuclear de Chernóbil o a la creciente inmigración de población islámica en Europa.

Porque -escribía Jundt en 2005- “desde la década de 1980, y especialmente desde la caída de la Unión Soviética y la ampliación de la UE, Europa se enfrenta a un futuro multicultural. Los refugiados, los trabajadores extranjeros, los habitantes de las antiguas colonias de Europa atraídos hacia la metrópoli por la perspectiva de los puestos de trabajo y la libertad y los emigrantes voluntarios e involuntarios procedentes de los Estados fracasados o represivos de las ampliadas márgenes de Europa, han convertido Londres, París, Amberes, Ámsterdam, Berlín, Milán y otra docena de lugares más en ciudades cosmopolitas, les guste o no.
Esta nueva presencia de los «otros» habitantes de Europa (por ejemplo, solo en la Unión Europea hoy constituida, el número de musulmanes probablemente alcanza hoy los quince millones, más otros ochenta millones que esperan su admisión en Bulgaria y Turquía) ha puesto de relieve no solo el presente malestar de Europa ante la perspectiva de una variedad aún mayor, sino también la facilidad con la que los «otros» muertos del pasado de Europa fueron borrados de su pensamiento. A raíz de 1989 ha resultado más claro que nunca hasta qué punto la estabilidad de la Europa de la postguerra descansaba en los logros de Yósef Stalin y Adolf Hitler. Ambos dictadores, con la ayuda de sus colaboradores durante la guerra, consiguieron arrasar por completo el mapa demográfico sobre el que entonces se cimentarían las bases de un continente nuevo y menos complicado.”

Abre el volumen un prólogo de 2023 a esta nueva edición. Un prólogo en el que  Timothy Garton Ash explica que “este libro ha pasado a formar parte de la propia historia que describe. Transcurridos casi veinte años desde su publicación original, Postguerra de Tony Judt sigue siendo la obra más leída, citada y admirada de cuantas abordan el periodo histórico que enmarca su título. Libro y época son ya inseparables.
Capaz de combinar el detalle minucioso con la audacia argumentativa, Postguerra constituye además una hazaña de síntesis e interpretación. No se limita, como hacen tantos manuales, a exponer en paralelo los aspectos políticos, económicos, sociales e intelectuales: los integra. Judt muestra un profundo respeto, propio de la tradición empírica británica, por la precisión fáctica y los matices, pero también otorga una atención rigurosa al poder de las ideas y a «la vida del espíritu». A ello hay que sumar su característica pasión moral, sazonada a su vez con los juicios agudos y punzantes que tan familiares resultarán a los lectores de sus artículos para The New York Review of Books, cabecera en la que, bajo la dirección del legendario Robert Silvers, Judt forjó su conversión de historiador académico especializado en intelectual público.”