Correo de París
Me escribe, por sorpresa, nocturno y amistoso desde París, Juan Pedro Quiñonero, sorprendido a su vez de que alguien se acuerde del Informaciones de las artes y las letras, de Rafael (Conte) o de él mismo.
Lo dice a propósito de mi Correo de Panamá, en el que recordaba la decisiva importancia, la benéfica función orientadora que tuvo aquel suplemento que se publicaba los jueves en papel amarillo. Allí nos informábamos en tiempos de desinformación y turismo los que éramos jóvenes y estábamos en la provincia a principios de los setenta de lo que ocurría en el mundo literario, que entonces era Barcelona y Madrid, por ese orden, y París y el boom de la novela hispanoamericana y Victoriano Fernández Asís, y el experimentalismo en la novela y la poesía novísima. Por entonces Juan Pedro Quiñonero, una de las firmas emblemáticas de aquel suplemento, publicó un libro sobre Baroja que me sigue pareciendo muy clarividente.
Hoy le leo con el mismo afecto y con más discrepancia en Una temporada en el infierno . Desde su blog se puede enlazar con su Biografía no autorizada de CJC, provocadora y creativa.
Lo dice a propósito de mi Correo de Panamá, en el que recordaba la decisiva importancia, la benéfica función orientadora que tuvo aquel suplemento que se publicaba los jueves en papel amarillo. Allí nos informábamos en tiempos de desinformación y turismo los que éramos jóvenes y estábamos en la provincia a principios de los setenta de lo que ocurría en el mundo literario, que entonces era Barcelona y Madrid, por ese orden, y París y el boom de la novela hispanoamericana y Victoriano Fernández Asís, y el experimentalismo en la novela y la poesía novísima. Por entonces Juan Pedro Quiñonero, una de las firmas emblemáticas de aquel suplemento, publicó un libro sobre Baroja que me sigue pareciendo muy clarividente.
Hoy le leo con el mismo afecto y con más discrepancia en Una temporada en el infierno . Desde su blog se puede enlazar con su Biografía no autorizada de CJC, provocadora y creativa.
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