18 agosto 2008

Letras Olímpicas



Con ese título, el periodista Víctor Balcells y el poeta Ben Clark están publicando en La Vanguardia una serie en la que se relacionan literatura y deporte a través de 16 entrevistas a escritores como Vila-Matas, Colinas, Martínez de Pisón o Álvaro Pombo.

A cada uno de los entrevistados se nos asignó un deporte. En mi caso, el ajedrez, que no sé si es deporte olímpico, ni siquiera si es deporte, aunque en los juegos de Pekín habrá una demostración.

Como las entrevistas se están publicando sólo en la versión en papel y no aparecen en la edición digital, salvo para suscriptores, reproduzco mis respuestas a continuación:

Literatura y ajedrez

Si, como explicó Borges en un poema memorable, el ajedrez es una metáfora de la vida, no será arriesgado reducir el ámbito de la alegoría a la de la literatura. Delimitado el campo de batalla –blancos y negros, horizontales, verticales, diagonales-, lo inmediato es fijar el rol de los peones, la astucia del alfil, la solidez de la torre, el giro imprevisto del caballo, la potencia de la reina, la conveniencia del enroque, el canon definitivo del rey. Los nombres propios que convienen a esas atribuciones los fija el gusto del lector. Que él juegue a bautizar cada una de las casillas.

¿En qué ocasiones opina que, en la vida real, es preciso acudir al Gambito, movimiento de ajedrez que sacrifica piezas para conseguir ventajas posteriores?

La vida real, como se sabe, imita a la literatura. Gambito, por cierto, viene del italiano Gambetto ( zancadilla). Para quien conozca el mundillo literario, poco habrá que añadir. Para el profano o el ingenuo, sirva de aviso.

Ponga un ejemplo de jaque mate.

La historia de la literatura está hecha de jaque-mates: Bolaño, Cervantes, Cernuda o Juan Ramón son sólo algunos ejemplos recordados a bote pronto. Ellos, como Shakespeare, Eliot o Pound, Petrarca o Garcilaso, matan una tradición y generan otra nueva a partir de ese final de partida que supone su literatura.

Una victoria.

Cualquiera que no sea pírrica. La que, por encima del desprecio o la incomprensión de los contemporáneos, fija el tiempo en la estrategia combinada de torre y alfil. Otra vez Cervantes, Shakespeare, Cernuda...

Una derrota


En el tablero de incertidumbre que es la poesía, el combate con la palabra y contra el reloj es siempre un combate perdido, una derrota segura.

Mi…

Oro: Ex aequo, Borges, Shakespeare, Lorca, Cernuda, Eliot...


Plata: Todos los demás.

Bronce: Todos los lectores, incluidos los críticos.