19 marzo 2009

La evocación perdura, no la vida

Hoy se cumplen diez años de su muerte.

El mismo día de marzo de 1999, con pocas horas de diferencia, la lengua española perdía dos de sus voces poéticas más entrañables y conmovedoras.

Uno es el mexicano Jaime Sabines (1926-1999), autor de textos como Yo no lo sé de cierto:


Yo no lo sé de cierto, pero supongo

que una mujer y un hombre

algún día se quieren,

se van quedando solos poco a poco,

algo en su corazón les dice que están solos,

solos sobre la tierra se penetran,

se van matando el uno al otro.


Todo se hace en silencio. Como

se hace la luz dentro del ojo.

El amor une cuerpos.

En silencio se van llenando el uno al otro.

Cualquier día despiertan, sobre brazos;

piensan entonces que lo saben todo.

Se ven desnudos y lo saben todo.


(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)


El otro, el español José Agustín Goytisolo (1928-1999), del que Lumen acaba de publicar -se presenta la próxima semana- una monumental edición crítica de su Poesía completa, preparada por Carme Riera y Ramón García Mateos. El poema final es El rostro que conjura, que cerraba su último libro, Las horas quemadas (1996):


Cuando llegue la hora de partir

que a su lado esté ella: que le mire

y que apriete su mano. No le asusta

regresar a la nada. Mas quisiera

llevar al otro lado su figura.

La eternidad no existe. Cuando supe

amar a esta mujer y cuando mira

a quien le mira sabe que el infierno

estuvo aquí; también su paraíso.

Al fin y al cabo nadie le invitó

a entrar en este mundo que sabía

no iba a durar por siempre para él.

Pero ha tenido el rostro que conjura

ver al final. El viaje no le importa.


Queda el recuerdo de los dos, queda su palabra imborrable, las grabaciones de recitales multitudinarios en la memoria agradecida de los lectores, de los oyentes.

La evocación perdura, no la vida, escribió memorablemente José Agustín Goytisolo en Final de un adiós, una de las elegías dedicadas a su madre, Julia Gay, asesinada en Barcelona en un bombardeo de la aviación italiana.