26 abril 2009

Tacto sonoro

Lo último que uno se podía esperar de la sala de espera de un dentista es que le pongan antes de entrar en la consulta la Canción del degüello que sonaba en El Álamo y en Río Bravo como un mal presagio.

Con ese solo de trompeta en los oídos entra el paciente resignado a lo peor.