07 mayo 2009

Alatriste entre académicos


Arturo Pérez-Reverte y Francisco Rico presentan hoy jueves una edición especial en Alfaguara de El capitán Alatriste, junto con el responsable de la edición, Alberto Montaner, que ha anotado minuciosa e iluminadoramente el texto a pie de página y redactado una amplísima introducción que empieza con estas palabras:

Al capitán Alatriste le cabe el honor de ser una de esas criaturas de ficción que han ingresado en el selecto club de los mitos literarios, aquellos personajes que gozan en el imaginario colectivo de una personalidad propia y de una vigencia intemporal. (...)
Todo un mérito, si tenemos en cuenta que a este club de élite pertenece sólo otra media docena de miembros españoles, nada menos que de la influencia histórica y el prestigio cultural del Cid, Celestina, don Juan o don Quijote, además de un pícaro de mil caras que lo mismo puede empezar siendo Lázaro de Tormes que acabar en Gil Blas de Santillana, por no hablar de más recientes reencarnaciones. Un club que en el caso de Diego Alatriste y Tenorio, soldado arcabucero en los Reales Ejércitos de Su Majestad Católica, abocado a enfrentarse por igual a los mosqueteros de la guardia del Rey Cristianísimo (es decir, el de Francia) que a sus cadetes de Gascuña, por fuerza había de ser un club Dumas.

Revisada por Arturo Pérez-Reverte, recoge todas las correcciones y retoques estilísticos que su autor ha considerado oportuno introducir más de una década después de su publicación y, además de los comentarios y las notas de Alberto Montaner, incorpora encartada la Topografía de la villa de Madrid, de Pedro de Texeira, de 1656. Un plano imprescindible para no perderse en los laberintos del Madrid austriaco.

A la vez que esta edición especial, Alfaguara publica Alatriste: la sombra del héroe, una espléndida reunión de estudios y materiales en torno a la serie. Lo han coordinado José Belmonte y J. M. López de Abiada y es un tomo voluminoso en el que distintos especialistas abordan la figura de Diego Alatriste desde diversos puntos de vista.

Críticos literarios, directores de cine, educadores o periodistas dejan aquí sus ideas sobre un Alatriste en quien se lee el Barroco, sobre sus coordenadas espacio-temporales o sobre su actualidad.

Un festín para los adictos al capitán, tan cercano y tan distante a un tiempo. Contradictorio como cualquiera, memorable como pocos.