11 febrero 2010

El espectro de una hoja



Son dos de los facsímiles que se recopilan en Pablo Neruda. Cartas de amor, un volumen que aparece en Seix Barral con edición, introducción y notas de Darío Oses, que explica las circunstancias de las que surge cada carta, cada postal o cada nota apresurada.

Desde que se conocieron en un concierto al aire libre en 1946 hasta la muerte del poeta en 1973, la relación intensa con Matilde Urrutia dio lugar a algunos de los poemas más memorables de Neruda y a dos libros completos, Los versos del Capitán y Cien sonetos de amor.

Y a un epistolario abundante al que se podrían aplicar estas palabras de Rosario de la Cerda, que en carta a Neruda le hacía llegar los poemas anónimos de Los versos del Capitán con estas líneas que escribió el poeta y podría firmar Matilde Urrutia:

Tengo todos los originales de estos versos. Están escritos en los sitios más diversos, como trenes, aviones, cafés y en pequeños papelitos extraños en los que no hay casi correcciones.

Fue una relación secreta durante los años en que Neruda sumó dos clandestinidades - la del exilio en Europa y la del amor- y las fundió en una de sus mejores obras, Los versos del Capitán. Ese amor secreto explica el misterio con el que se publicó aquel libro anónimo en Nápoles en 1952, poco antes de ser detenido allí y trasladado a Roma.

En esa introducción de Los versos del Capitán aquella mujer (Rosario / Matilde) a la que el Capitán dirigía sus poemas, escribía este párrafo, que explican también estas cartas:

Entró a mi vida, como él lo dice en un verso, echando la puerta abajo. No golpeó la puerta con timidez de enamorado. Desde el primer instante, él se sintió dueño de mi cuerpo y de mi alma. Me hizo sentir que todo cambiaba en mi vida, esa pequeña vida mía de artista, de comodidad, de blandura, se transformó como todo lo que él tocaba.