18 mayo 2014

Pablo Guerrero. Sin ruido de palabras



POCO DESPUÉS

He comprendido la lengua de los pájaros, 
el momento feliz de un cascabel de plata, 
los nidos de la luz, las madejas de sogas, 
los latidos perennes de la voz y del bálsamo. 
El antes sucesivo que a ratos me responde.

Poco después, 
cruzo la entrada de un niño deslumbrado 
que esconde la navaja de los días de lluvia 
y sostiene una aldea que arde cerca de aquí.