30 diciembre 2014

Baudelaire. El viaje



Pero viajeros solo son aquellos que parten
por partir; corazones como globos, ligeros,
sin que de un fatal sino ellos jamás se aparten,
y siempre dicen: ¡vamos! a ignotos derroteros.

Esos, cuyos deseos se forman cual celajes 
y sueñan, como sueña su cañón el soldado,
con ignotos placeres que prometen los viajes
y que el humano espíritu jamás ha adivinado.

Con esas dos estrofas, en la nueva traducción de Manuel J. Santayana que publica Vaso Roto, termina la primera sección de El viaje, uno de los textos fundamentales de Las flores del mal.

Las ilustraciones forman parte de la serie fotográfica de Fiona Morrison para esta espléndida edición bilingüe.