29 enero 2018

Francisco Caro. El oficio del hombre que respira


Desde el ciprés 

El sol cede y escribo. 
Desde la mesa he visto 
en tropel, diminutos, 
acudir los gorriones 
al árbol donde guardan, 
cómplices del instante, 
de la luz como rito, 
el cansancio del día 
no impide su canción. 

Va la tarde al secreto 
y yo mientras escribo. 

Con el lápiz pretendo 
dibujar en la hoja 
donde crece el poema 
el amparo, la forma, 
la sombra del ciprés. 

No deseo añadir 
oscuro a las palabras 
que acudieron, pequeñas, 
para salvarme sino 
que sepan del milagro, 
que en el papel escuchen 
un revuelo y un canto 
como el que escucho yo.

Ese espléndido poema de Francisco Caro forma parte de El oficio del hombre que respira, Premio González de Lama 2017, que publica Eolas Ediciones.
Poesía de la meditación y de la mirada en la que conviven la elegía y la celebración, la memoria y la naturaleza, el paisaje exterior y las galerías del alma, el amor y el paso del tiempo encauzados en la palabra cercana y medida del poeta, en versos en los que vibra siempre el temblor de una emoción verdadera.