Crónicas de la vida que pasa
Cuando surgió la industria automovilística, hubo que crear la clase de los chauffeurs; nadie, a no ser uno u otro atropellado aunque plebeyo, se revolvería sin duda contra la impericia inicial de los conductores de los coches. Estaban aprendiendo el oficio -lo cual es natural-; y ganándose la vida -lo cual es respetable-. Después de que conocieran su arte, y, aunque la mayoría continúa conduciendo mal, la cuestión es que son chauffers definitivamente.”
Ese párrafo sarcástico forma parte de la última de las seis Crónicas de la vida que pasa que Fernando Pessoa publicó en el diario O Jornal. Apareció el 21 de abril de 1915 y provocó tal reacción de protesta que al día siguiente se eliminaron sus colaboraciones y se publicó esta nota de la dirección:
Explicación necesaria
Debido a la falta de comprensión de lo que es una gaceta independiente, demostrada en las frases groseras del señor Fernando Pessoa ayer por error aquí publicadas, dejó este señor de formar parte de la colaboración de O Jornal.
Esas frases no congeniaban con personas por las que nosotros tenemos la mayor consideración.
Las seis Crónicas de la vida que pasa y otras dos inéditas se reúnen en un breve volumen que llega hoy a las librerías publicado por Hermida Editores con edición, introducción y notas de Pedro Sepúlveda y traducción de Juan Carlos Postigo Ríos.
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