16 mayo 2023

Cuidado con el perro


¡Oh Dios, sabio señor de las criaturas, que un día dijiste aquello de que el hombre no es bueno que esté solo y, de repente, diste cuerpo a los perros! ¿No fue así? Hazte perro también, baja a la tierra, déjate sacrificar en la perrera municipal para que puedan consagrar en tu nombre los veterinarios. Carne de perro Tú, consuelo de esas almas que no alcanzan redención con tu sangre y necesitan un perro que la cumpla, un dios canino que les ladre cada día.

Ese es el párrafo que cierra Cuidado con el perro, la novela corta de José Antonio Ramírez Lozano que publica Eolas.

Como en gran parte de su obra literaria, la imaginación, la ironía y la palabra creadora conforman un triángulo en el que habitan historias y personajes sobre un fondo de sátira y crítica social implícita:

Matilde Sigüenza, filóloga canina, fundadora de la ‘Academia Cipión y Berganza. Ladriparla y fonética de los aullidos’; el doctor Riquenim, especialista en psiquiatría animal, y fundador de una asociación de hombres canes (‘Gengis Kan’, naturalmente), que preside don Arturo Mesa del Hoyo Domínguez, gran danés por parte de madre, en la que se reivindica la igualdad de derechos entre hombres y perros y en la que ingresa Narciso Pastor Alemán, un hombre que añora una correa.

Desfiles de modelos caninos en un bazar chino, la tos perruna que hermana al hombre con el can en un intercambio de ladridos humanos y palabras caninas, las aspiraciones humanas de un perro lector que acaba vocalizando y quiere ser cartero, las de otro, aspirante a policía; el perro que no cabe en su corto nombre o el hombre que se siente perro son algunos de los episodios en los que se sustancian narrativamente la caninidad del hombre y la humanidad del perro.

Cave canem, que decía el clásico. Cave hominem, habría que decir en estos tiempos de animalistas desquiciados, de perros que hablan y dueños que ladran.

Se presenta esta tarde en la Feria del libro de Badajoz.