06 abril 2024

Haikus del jardín

  


Llega desde las huertas 
olor a humo. 
Canto del gallo.
 
En el jardín hoy 
desde las flores me hablan 
todos mis muertos.

Tórtola turca. 
Poco a poco me colma 
su canto triste.

Los caracoles. 
La lluvia sabe bien 
donde se esconden.

Durante un rato 
contemplo la flor. 
Ella y yo solos.

El viento mueve 
las ramas del nogal. 
Detrás la luna.

Son seis de los Haikus del jardín que León Molina incluye en Olor a humo, que publica La Isla de Siltolá.

La conciencia del tiempo marca la mirada meditativa y sutil a la naturaleza a través de un jardín que es el lugar de encuentro de lo interior y lo exterior, el paisaje doméstico en el que se proyecta la reflexión sobre el mundo y el transcurso y se acumulan las sensaciones que vinculan a quien observa con lo observado: la luna llena y la sucesión de las estaciones, el insecto y la culebra, el pájaro y la flor, la cigarra y las hojas, el árbol y el crepúsculo, la nube y la lombriz. 

Una metáfora del mundo y de la intimidad del ser y el existir en el espacio reducido del jardín y del haiku:

La enredadera 
lanza sus brotes ciegos 
a explorar el mundo.

Ciprés plantado 
de mi mano. La vida 
pasa volando.