Hablamos de Dickens, por teléfono, con Borges. Éste se refiere a la superstición de su familia con respecto a Bleak House, cuando alguien lo lee, alguien muere: «¿Qué se podría hacer con eso en un relato? Tal vez mostrar el sorpresivo odio de un personaje por otro; tal vez, el último consuelo de un tirano en el destierro. Unas personas que viven en Inglaterra, exóticas por la bebida que toman y por ciertas mantas: Rosas disponiéndose a leer, echa una extraña mirada sobre su querida hija o sobre su noble amigo el doctor X. O un tirano antiguo, pomposamente nombrado Hijo del Trueno, Hermano del Sol, etcétera, furtivamente echa mano al libro en un momento de descuido de su esclavo».
Adolfo Bioy Casares.
Borges.
Editorial Destino. Barcelona, 2006.