“En las inmediaciones de Madrid se ha efectuado esta mañana el duelo entre el eminente crítico y novelista D. Leopoldo Alas (Clarín) y D. Emilio Bobadilla (Fray Candil).
El duelo ha sido a sable, y hubo dos asaltos, de los cuales resultó el Sr. Alas con una contusión en el brazo izquierdo y otra en la boca. El Sr. Bobadilla también fue alcanzado en el segundo asalto, produciéndole un ligero rasguño en uno de los brazos. Fueron testigos del primero de aquéllos el distinguido novelista Sr. Palacio Valdés y el redactor de El Liberal señor Tuero.
¿Será éste el drama a cuyo estreno fue Clarín, según nos dijo El Carbayón?
¡Tal vez!
De todas suertes, no ha salido tan mal librado el Sr. Alas.
El duelo ha servido para demostrarle que debe tener cuidado con la boca, ¡porque el crítico, como el pez, por la boca muere!
Tres asturianos se reunieron en el acto salvaje a que se refiere la noticia transcrita.
Fabes, tocín y morciella.
Suponemos que a esto habrá quedado reducido el lance, después que Clarín se puso el tafetán en el brazo y en la boca.
Y puede dar gracias a Garnier por no haber salido peor librado.
¡Pobre Clarín!
Andar por esos mundos ganando unas miserables pesetas con la pluma, para esto.
Para que le den sablazos en la boca.”
El recorte, lleno de mala baba, pertenece al periódico tradicionalista de Oviedo
La victoria de la Cruz del 22 de marzo de 1892. Como el obispo de aquella Vetusta, le tenía ganas al novelista y se le nota. Casi parece lamentar el gacetillero que la cosa no hubiera ido a más.
Lo reproduce José Mª Martínez Cachero en su artículo “Leopoldo Alas «Clarín»: sobre tres episodios de su vida.”
Lo utilizo para dar una muy buena noticia: la apertura en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de un portal dedicado a recoger los ensayos y artículos de
Martínez Cachero, que, como Clarín, fue catedrático de la Universidad de Oviedo.